¿ES TU CUERPO TU MEJOR AMIGO, O LO IGNORAS DESPIADADAMENTE?
En el sistema de salud taoísta, hay una meditación muy poderosa que se denomina Meditación de la Sonrisa Interior. Dicen los sabios taoístas, que esta meditación practicada de manera regular es el primer paso para un sistema en equilibrio y saludable... cientos de años de experiencia en temas de la salud humana le da credibilidad a toda prueba al sistema.
A un punto es un poco complejo entender los tejemanejes energéticos en el cúmulo de sabiduría de la medicina china, que incluye su entendimiento del hombre en torno a la dietética, el movimiento vital, los sistemas energéticos y, para hacerlo groseramente conciso, diré en pocas palabras, que es un sistema que busca poner al ser humano este en equilibrio y armonía con el mundo que le rodea y con todo el movimiento de la vida. Según ellos, porque la vida es algo en constante devenir y movimiento. La idea o pensamiento de que todo muta, nos cuesta mucho entender desde la mentalidad de occidente, debido a que consideramos como valor superior la permanencia de algo en un estado fijo. Un ejemplo que habla por si solo, es la fijación que tenemos en torno a la juventud como un estado en el que deberíamos permanecer a toda costa... por mas que el tiempo pase. Esta idea, sobra decir, nos causa extremo sufrimiento, porque la naturaleza de la vida, en nosotros los seres humanos, es nacer, crecer, ser jóvenes, volvernos adultos y envejecer para morir.
En el sistema taoísta, las cosas se complican porque una vez dominada esta técnica de la Sonrisa Interior se proponen otras mas complejas como la circulación de la Orbita Microcósmica y, por ejemplo, la limpieza energética de los diferente órganos del cuerpo, además de otras que tienen que ver con los canales de circulación de la energía vital en el ser humano. Hoy en día gracias a la movilidad debida a las migraciones, muchos hemos tenido la oportunidad de conocer como funciona una técnica como la acupuntura, que precisamente se encarga de incidir o intervenir en la manera en como se está presentado en flujo vital del cuerpo y, aunque poco entendamos del procedimiento, todos los que hemos sido tratados podemos decir, ¡Ay, caramba!, ¡esto funciona!.
Pero entonces volvamos a la sonrisa interior.
De la técnica precisamente encontrarás muchas maneras descritas en la red sobre como desarrollar el procedimiento básico y algunas explicaciones detalladas de lo que se debe hacer y la incidencia sobre determinados órganos del cuerpo.
Yo te contaré otra cosa.
La meditación taoísta de la sonrisa interior explica que si estando en estado meditativo sonreímos a cada uno de nuestros órganos, esos se verán enriquecidos y aliviados naturalmente porque hemos llevado nuestra atención hasta el órgano en cuestión, con una mirada atenta que está llena de la intención mas dulce y suave, la sonrisa, que es lo primero que surge en nosotros cuando estamos felices.
Cuentan los maestros antiguos y referido en alguno de los capítulos del I-ching, que nosotros, en nuestro interior, somos pueblos. Nuestros cuerpos, a la vez que son una unidad funcional, también tienen dentro de si, todo un sistemas de otras unidades funcionales que se pueden identificar separadamente, a saber: órganos , estructuras y sistemas.
Hace unos meses encontré en un video sobre bioma humano, información que relacionada con este tema de los pueblos internos, lo comentaba pero en un lenguaje comprensivo desde la biología. Decían, producto de numerosos estudios, que nosotros lejos de ser una unidad éramos una multitud organizada de diferentes sistemas, procesos, órganos y organismos, ademas de mutantes, que actuando por cuenta propia en algunos casos, conformaban este universo que llamamos nosotros mismos y, que según cuentas, parece que lo menos que tiene es unidad, por lo menos, no conscientemente.
La conciencia, parece ser desde esta óptica, algo que se desarrolla a partir de esta multiplicidad de la experiencia del cuerpo y emerge como un centro organizador de esta experiencia vital.
Es decir, por ejemplo, que nuestro hígado, tienen un determinado nivel del conciencia, que equivale al nivel de conciencia de un hígado y probablemente también al nivel de conciencia del hígado de tu vecino, si están en relativa igualdad de salud biliar, pero que es diferente al nivel de conciencia de tu pulmón o del pulmón del vecino,
¿Vas entendiendo esta vida interna, dinámica y extensa que palpita en ti?.
Ahora, cuando sonreímos a nuestros órganos, estamos conversando amorosamente con ese nivel de conciencia que está en nuestro interior. La sonrisa es un idioma comprensible para todo nuestro cuerpo, nuestros órganos y todo lo que somos. Entendamos que eres el sol reluciente de una multiplicidad de órganos que son como niños pequeños, tratando de hacer lo mejor que pueden con lo que tienen a su disposición.
Estos diferentes aspectos de nuestros cuerpos que tienen diferentes funciones y que guardan diferentes tipos de información, es lo que los antiguos, tanto en la tradición taoísta como en el chamanismo andino, pueden ser los denominados los pueblos internos.
Estos pueblos viven por dentro de nosotros en forma de páncreas, intestinos, hígado, vesícula, pulmones,... etc; a veces se revelan contra el jefe... que somos nosotros o el centro que tiene el gobierno de este cuerpo, tal vez porque los ignoramos, porque jamás les hemos sonreído. Tal vez son estos amigos queridos a los que hemos tratado muy, pero muy mal, con indiferencia depravada. Así es.
¿No querrías entonces que estos miembros tuyos fuesen felices contigo y trabajaran gustosos y amorosos por el bien-estar colectivo?... Es decir, por el bien de tu cuerpo.
¿Que hacer entonces para mantener estos pueblos internos felices?,
Lo primero, sonreír, sonreír, sonreír, sonreírle a cada uno de tus órganos.
Empieza por lo menos con uno, con ese que mas te molesta, que mas dolor de cabeza te da... tal vez una cistitis, cólicos ováricos, úlcera... Dale un muy buen día con un sonrisa amorosa, sé de nuevo su mejor amigo.
Este primero paso, no solo es el camino hacia tu mas segura sanación sino que es desarrollo puro de la conciencia.
Conciencia no es una mente en blanco, conciencia es certeza de que existes y que eres puro movimiento.
Conciencia, como primera medida, habitar el cuerpo, ese que es tu mejor amigo.