LA LIBELULA, SÍMBOLO DEL GUERRERO SAMURAI TE ENSEÑA A TENER PAZ CON LO QUE ERES
¿Qué sucede cuando no me acepto como soy, cuando no me parezco bien o correcto a mí mismo/a?, que en este estado de cosas, vivir conmigo en el momento presente resulta poderosamente difícil, y es más fácil vivir en la expectativa de lo que sucederá en el futuro o en el pasado, en vez de estar en el aquí y en el ahora.
Si el aceptarme se me hace increíblemente difícil, la salida que me queda es no estar en el aquí y en el ahora que es el único momento donde la realidad se ancla y la vida tienen sentido.
Hay una diferencia sutil pero poderosa entre maduración y madurez. La maduración está vinculada al proceso de desarrollo que invariablemente la biología o la cultura propone para ese ser, la madurez es ese proceso cumplido, cuando el ser maduro es un hecho y cumple un objetivo.
Es imposible para los seres humanos alcanzar la madurez si no estamos satisfechos con lo que somos, a pesar de haber terminado el proceso de maduración. Por ejemplo; puede ser que una persona haya pasado ya su adolescencia, pero no ha logrado empezar a comportarse ni a sentirse como un adulto. Su proceso de maduración ya ocurrió, pero su madurez no le ha llegado aún.
El arquetipo y la forma de libélula sirven fundamentalmente para entender la madurez, que es ese, no importando que suceda, implícito de aceptación y seguridad al resultado, el que sea. Porque, la primera indicación de nuestra madurez, es entender en paz y sosiego interior que la vida no es como queremos sino como ella simplemente ES.
"La vida no es como queremos que sea sino como ella ES"
Agua y Aire Maduración y Cambio. También se asocia libélula al misticismo, a la magia, la ilusión y a la Medicina del Dragón. Es natural, si usted lo piensa, no porque se haya pasado por el proceso de maduración se obtienen la madurez, esto es algo más que se aporta como la gota que derrama el vaso. Ocurre una profunda transformación de un estado de larva al estado de insecto. La Medicina del Dragón, en el lenguaje arquetípico, es decir, en el lenguaje de las formas simbólicas y representaciones, está relacionada con el tiempo, y con ocurrencias alquímicas incomprensibles para nuestra mente racional pero absolutamente naturales y sentidas para nuestro corazón.
Libélula, es el símbolo del que madura, ya que como ser biológico es experta en llevar a cabo y a raja tabla los ciclos de maduración con profundos cambios y mutaciones; pasa del agua en la que es larva, al aire en la que vuela como insecto formado y adulto. Entonces, este hacer, este actuar en el mundo nos lleva al Yo Masculino, que es la representación simbólica, arquetípica y efectiva de una acción que nos permite cambiar y trasformar la vida a través de nuestros propios procesos.
Libélula es símbolo del guerrero Samurai teniendo que ver con que ese Yo Masculino, un maestro del aire , cuya afirmación de guerrero podría ser de la siguiente manera:
“Poco o nada me importa si lo que yo digo del mundo y la manera como represento las cosas que veo son verdad, mentira, embustes, artificios, jugarretas de mi mente o ambiciones de mi ego. Solo me interesa que en ellas vea poder, belleza, dignidad, plenitud e infinito. Todo lo demás es absurdo, innecesario y sin sentido.”
Libélula para ver en mí mismo/a belleza y poder es magistral y, con esta comprensión el enfoque es absoluto. ¿Importa lo que piensas de tí mismo y del mundo?... en general para nada, solo es importante y verdadero lo que pienso y siento cuando está lleno de sentido y amor por mi mismo y por lo que me rodea.
