TOMADO DE MI LIBRO LOS DONES SECRETOS.
Sobre el acto de ver a través de los sentidos no convencionales.
"En el capítulo 12 del Tao Te Ching, encontramos también algo relativo al ver... de una manera diferente:
Las superficiales distracciones
Los cinco colores ciegan al hombre. Los cinco sonidos ensordecen al hombre. Los cinco sabores embotan al hombre. La carrera y la caza ofuscan al hombre. Los tesoros corrompen al hombre. Por eso, el sabio atiende al vientre y no al ojo. Por eso, rechaza esto y prefiere aquello.
Ver con el vientre es una manera de invitar a tener otra visión de las cosas. Esta instrucción me hace recordar inmediatamente que se pensó durante mucho tiempo que toda nuestra psique estaba controlada principalmente por nuestro cerebro. En la actualidad, se sabe que los procesos nerviosos no racionales están influidos por el sistema nervioso entérico, que se encuentra en las envolturas de tejido que revisten el esófago, el estómago, el intestino delgado y el colon y que actualmente son objeto principal de estudio de la neurogastroenterología. Este sistema es más conocido como el segundo cerebro, gracias a que tiene unos cien millones de neuronas –la milésima parte de las que tenemos en el cerebro– pero más de las que hay en la médula espinal. También se sabe que tenemos en el sistema nervioso entérico los mismos neurotrasmisores que poseemos en el sistema nervioso craneal y que las mucosas del sistema digestivo producen el 95 % de la serotonina y el 50 % de la dopamina del cuerpo, neurotransmisores fundamentales para la estabilidad emocional del organismo y cuyo mal funcionamiento está relacionado con toda clase de problemas emocionales, de irritabilidad, ansiedad, depresión, hiperactividad, anhedonía y una cantidad de dificultades que se han conectado tradicionalmente con el sistema nervioso craneal. Michel Gershon en 1999, en su obra “The Second Brain” (El Segundo Cerebro), explica los parámetros esenciales del sistema nervioso entérico y hace notar que el conocimiento que tenemos de este sistema está atrasado, hasta verse como burdo y medioeval…"
“…La visión es un fenómeno en el cual participa activamente nuestro cerebro en función de lo que nos resulta familiar y conocido, del qué buscamos y de qué esperamos ver. Se dice que cuando Hernán Cortez llegó a las costas de México, sus barcos no fueron divisados por los indígenas, ya que ellos nunca antes habían visto uno y, por lo tanto, no tenían la capacidad de percibir un barco en la distancia. En un experimento con gatitos realizado en la Escuela Médica de Harvard, hace ya algún tiempo, se tomaron algunos gatitos y los pusieron en un cuarto que tenía sólo rayas horizontales. Cuando estos gatitos crecieron, ellos no podían ver nada más que un mundo horizontal. También tomaron otros gatitos y los pusieron en un cuarto que tenía solo rayas verticales. Cuando estos gatitos fueron adultos, no podían ver nada más que un mundo vertical. El asunto es que por el proceso de desarrollo neurológico, aquello que fue estimulado fue lo que efectiva- mente se desarrolló, es decir, las conexiones interneuronales para ver el mundo con las rayas verticales o con las rayas horizontales. El aparato per- ceptor es formado a través de la experiencia temprana que bloquea la estructura neurológica en una percepción fija de la realidad. Usted puede imaginarse entonces que ha sido entrenado para ver determinado tipo de realidad, y es ésa la que su cerebro busca con verdadero ahínco. En esta obra se propone un nuevo entrenamiento, para aprender a ver, para aprender ese ver de otra manera.”
Para aprender a ver de nuevo, propongo un trabajo con esencias vibraciones de Buho o Lechuza. Las puedes encontrar en mi tienda o hacer un pedido al correo.